miércoles, 20 de agosto de 2014

¿Quién dijo que era fácil?

Cuando una está embarazada, todo el mundo te habla de lo maravilloso que va a ser, que no hay nada igual en el mundo ... te advierten que aproveches para dormir y bromean sobre que se te acabó lo bueno, pero eso es todo lo que te cuentan. Y no seré yo quien quite razón a todos esos argumentos, pero hoy quiero contaros como fueron mis primeros meses con Morlita, como están siendo, mas bién, sin trampa ni cartón, con su azúcar y su sal, la que condimenta nuestras vidas y la que escuece en las heridas.

Recuerdo los primeros días de Morlita en casa como una inmensa felicidad, estaba con un subidón inmenso! Apenas dormía, comíamos bien porque mi madre, empleaba la excusa de traernos el tupper para venir a casa y ver a la peque (hasta que le dije que podía venir sin tupper porque nos tenía el congelador petao!!) Pero yo me sentía una superwomam total!! Me comía el mundo! Con mi libro de familia recién estrenao!! (Por cierto, que fatal me pareció eso de que papá aberroncho tuviera que firmar un papel conforme le daba sus apellidos, y yo pensando que por ser el padre le tocaban por defecto! jejejeje!!).

Rápido empezamos a manejarnos en el arte de cojer y atender a nuestra pequeña renacuajilla que siempre, desde que nació ha sido más buena que el pan! 

Pero pronto la baja de paternidad de papá aberroncho se acabó, y nos tocó quedarnos solas en casa, y eso hice, lo peor que una madre primeriza puede hacer, encerrarme 15 días en casa con la peque!

Seguía durmiendo poco porque la peque aun hacía las tomas muy largas, apenas comía porque cuando cocinaba o cuando me ponía a comer a la peque le entraba también el hambre así que como mucho mal comía, cuando ella dormía intentaba poner lavadoras, arreglar un poco la casa, etc. Además arrastraba un resfriado desde hacía una semana que no acababa de querer abandonarme y mi propia tos despertaba a la pequeña,  sumando el agobio de pensar que la podía contagiar no teniendo la pobre ni 15 días. 

Al mes y medio aproximadamente, el agotamiento, la falta de sueño, el cambio de vida tan radical y la responsabilidad inmensa de que alguien tan pequeño y tan frágil depende tantísimo de ti, hicieron que apareciese una antigua conocida, la cual dicho sea de paso nunca me cayó bien, la ansiedad.


Recuerdo que al principio de aparecer la ansiedad, leí un escrito en facebook que empezaba diciendo "A veces es mu duro convertirse en madre", se trata de un escrito de Vivian Watson, del blog Nace una Mamá, seguramente lo habreis leido ya que pronto se difundió hasta convertirse en viral (si no lo habeis hecho se publicó originalmente aquí http://naceunamama.com/10/retos-de-una-nueva-madre )

La cuestión es que me vi totalmente reflejada en ese texto, porque todo el mundo te prepara para la maravilla de ser madre pero nadie te avisa de que al principio es muy duro, que en cierta parte es una ruptura con tu identidad, es darle un vuelco a tu vida, ponerla patas arriba para tener la oportunidad de empezar un nuevo capítulo, que sí, sin duda es y será el más apasionante, pero que requiere una adaptación.

Yo había tenido ansiedad anteriormente, pero esta no tenía nada que ver, no es lo mismo no sentirse del todo bien cuando nadie depende de ti, que cuando tienes a tu pequeñaja contigo.

Durante este tiempo he estado disfrutando muchísimo de mi pequeñaja, y he sido muy feliz, pero también lo he pasado mal, no por ella, porque Morlita siempre ha sido un amor de bebé, sino por culpa de la ansiedad, me da la sensación que no me ha permitido disfrutar como debería de este momento, que estoy pasando por un momento único en mi vida de puntillas (aunque papá aberroncho no esté de acuerdo con esta afirmación jejeje).

Mi experiencia me lleva a varias reflexiones:

- La importancia del apoyo a las madres en el postparto: siempre se ha dado importancia a las clases preparto, a preparar a las mujeres para ser madres, pero creo que habría que darle muchísima importancia al postparto, desde los mismos centros de salud o desde otros organismos. En mi pueblo por ejemplo no existen grupos postparto, se que en otros si los hay y que funcionan muy bien.

- Por supuesto ni que decir queda de que deberían ampliar la baja de paternidad.

- Además de lo bonito también debería contarse lo duro, (a las pobres de mis amigas las tengo acojonadas!!! jejejejejeje) porque algunas veces parece que por ser madre una tenga que estar las 24 horas del día feliz y contenta, que no tenga derecho a sentirse mal, a enfadarse o a pegarse una pechá de llorar si le apetece.

Me ha costado mucho escribir este post. Por supuesto esta es mi más humilde opinión, basada en  la que hasta ahora es mi temprana experiencia. Seguro que hay madres a las que no les pasa nada de esto, que disfrutan al máximo de la maternidad, sin ansiedades, sin miedos y sin dudas, pero desgraciadamente no ha sido mi caso. Esto segura también, que dentro de unos meses, viéndolo a toro pasado, todo esto quedará en el olvido y como pasa con el parto, solo recordaré los miles de buenos momentos que estamos viviendo junto a nuestra pequeña Morlita. 

Así que aquí seguiré, disfrutando de mi pequeña Morlita, lo más bonito del mundo entero y contando nuestras peripecias y lidiando con mi ansiedad, que espero me abandone pronto (sobre médicos, etc ya haré otro post, que da pa' rato el tema jejejeje).

Y vosotras? Que tal vivisteis los inicios de vuestra maternidad? Que tal vuestros postpartos?


6 comentarios:

  1. Yo Tuve la suerte de no tener ansiedad xo recuerdo q a la sana de nacer mi pequeño torbellino . Después de q se acaben las visitas y quedarte sola una noche dándole el pecho me di cuenta o fui consciente de ese cambio q dio la vida .... Y me pegue mi pertinente pecha de llorar. Al día siguiente todo volvió a la normalidad .

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que llorar es liberador muchas veces, quizás ese fue uno de mis problemas, que no me permití a mi misma llorar. Muchas gracias por comentar, un besazo!

    ResponderEliminar
  3. Me he sentido muy identificada con tus palabras. La ansiedad también es vieja conocida, y hubo momentos, al principio de nacer la Valkiria, que pensé que volvería a ella si seguía así. Al final, lo mas importante es dejarse ayudar (pedir ayuda si es necesario) y si hace falta llorar, o irse a tomar un cafe media hora, pues se hace. No somos perfectas, somos madres, y el cambio de vida al principio es tan radical, que es normal que nos sintamos así. Como dices, habrá a quien todo le vaya como la seda, pero esta realidad también existe, y no hay nada malo en hablar de ella.
    Besos guapa!

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por tus palabras, me alegro de que pudieras sortear a la vieja conocida! Jejeje Es cierto que es importante pedir ayuda, lo malo es q yo lo hice cuando ya iba super disparada, pero bueno estoy quemando todos los cartuchos que puedo para estar bien cuanto antes y disfrutar al 200% de estos momentos. Besos guapa! Y muchas gracias!

    ResponderEliminar
  5. Totalmente de acuerdo. Creo que falta más apoyo a las mamás sobretodo los 3 primeros meses, han sido los más duros para mí. Pero la verdad que toda ayuda es poca.
    Yo lo he llegado a pasar realmente mal. Sin mi familia, sin mi mami, sin nadie que me ayudase en el día a día con la comida o la limpieza...
    Y que no todo es ayuda de tareas que hacer, sino que también necesitas escuchar que lo estás haciendo bien...
    Un besazo, te leo y te sigo!

    ResponderEliminar